El jueves 8 de mayo apareció humo blanco en la chimenea del tejado de la Capilla Sixtina de Roma como señal de que los 133 cardenales encerrados en su interior lograron escoger el sucesor del papa Francisco, líder de la iglesia católica.
Ahora solo falta la confirmación del anuncio "habemus papam" en el balcón de la basílica de San Pedro y la aparición del pontífice número 267.